Cerámica Popular Vasca

La cerámica popular Vasca se compone de gran cantidad de recipientes para usos diferentes que en su tiempo tuvieron un carácter funcional y que hoy en día han pasado a ser objetos buscados por coleccionistas y entendidos por su valor etnográfico, cultural y decorativo.

La producción de cerámica en el País Vasco se caracteriza por su sencillez y sobriedad. Las piezas más elaboradas y decoradas se reservan para el entorno religioso y casas señoriales.

Cerámica Popular Vasca

Historia

La realización de útiles cerámicos se remonta a las primeras poblaciones sedentarias. El desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales dio lugar a núcleos urbanos donde surgieron los primeros avances técnicos, como fue la cerámica. Esto ocurría en Oriente Próximo 7000 años a.C. y llegó a nuestro país a finales del IV milenio a.C.

Historia

El Torno

El torno de alfarero supuso una gran evolución. Podría decirse que fue la primera máquina inventada por el hombre. Posibilitó la producción de mayor cantidad de piezas y más perfectas. El centro alfarero se convirtió en suministrador de un mercado más amplio que hasta entonces. Este artilugio se conoció en Oriente Próximo 4000 años a.C. A la Península Ibérica debió llegar con los fenicios y griegos pero fueron los romanos quienes extendieron su uso a la parte norte y oeste de la Península.

El Horno

La cocción de piezas evolucionó hasta constituir el tipo de horno vertical, de dos cámaras y tiro ascendente utilizado en toda Europa. En el País Vasco eran de planta cuadrada generalmente; verticales y abiertos por arriba.

De sus dos cámaras, la inferior o “foguera” era donde ardía el combustible (argomas y ramas de pino) y la superior, que comunicaba con la foguera mediante unos orificios era donde se colocaban las piezas, alcanzándose temperaturas de hasta 950º C.

Los que conocemos en Navarra y País Vasco-francés eran cerrados con una bóveda, en la que había 5 orificios para la salida del humo y gases.

Los Esmaltes

La impermeabilización de las vasijas fue otro gran avance. Desde antiguo el hombre intentó tapar la porosidad de la arcilla mediante diferentes métodos. Sabemos que en Persia y Asia Menor se conocía la técnica del vidriado 3000 años a.C., pero a la Península Ibérica llegó con los árabes, siendo su expansión más fuerte durante los siglos X y XI. El esmalte blanco de estaño se utiliza desde el siglo XII.

En el País Vasco, tras la guerra civil y al escasear el estaño que procedía de Inglaterra, los alfareros utilizaron otra técnica para blanquear sus piezas. Una vez realizadas y secas se les daba un baño de engobe (pasta de arcilla blanca) para tapar el color marrón del barro, dando posteriormente un baño de vidrio. Este método se utilizó hasta los años 60-70 en que fueron cerrando los pocos talleres que aún quedaban.

Las Decoraciones

La producción cerámica vasca es de gran sobriedad, principalmente utilitaria y funcional. Su mayor riqueza ornamental y formal se dio durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Decoraciones en verde y marrón manganeso sobre blanco de estaño aparecen en la mayor parte de las alfarerías de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Azul sobre el mismo esmalte blanco es muy abundante en alfarerías de Hijona, Erenchun, Eguileta y Vitoria en Álava y Marañón en Navarra. Las decoraciones en verde y azul también están muy extendidas.

La utilización de estos colores se extendió muy probablemente río Ebro arriba, procedentes de los talleres aragoneses y quizás levantinos. Posteriormente y ya en el s. XX, hay una casi total ausencia de decoraciones, exceptuando los recipientes destinados a uso religioso y cofradías.

Sabemos de la existencia de más de 50 centros alfareros en todo el País Vasco durante los s. XIX y XX, con una gran producción. La Revolución Industrial, el descubrimiento y proliferación de objetos plásticos y nuevos materiales, supusieron la casi total desaparición de las alfarerías.

Alfares y Alfareros

Los datos de que disponemos corresponden a los últimos 250-300 años, pero sin duda hacen referencia a procedimientos de mucha antigüedad.

Para entender mejor el desarrollo de la alfarería en el País Vasco, haremos una referencia histórica a la economía pastoril que supuso durante siglos la principal fuente de riqueza para gran parte de la población vasca.

Las zonas montañosas eran utilizadas para el pastoreo de ovejas y sabido es que en este tipo de economía, con una trashumancia de los pastos de invierno a los de verano y viceversa, los útiles de madera fueron considerados más adecuados que los frágiles de cerámica.

Esta es la razón por la que en las zonas húmedas del País Vasco la cerámica se desarrolló más lentamente que en áreas agrícolas de Navarra y Álava.